Buscando material para un artículo, vuelvo a los clásicos imprescindibles y, de alguna manera, a esa autora entrañable como lo fue Emily Brönte (otra Emily) que creó uno de los personajes más despreciables de la literatura —Heathcliff— que Buñuel trató de suavizar en su adaptación al cine y hacerlo más simpático.
Presiento que Emily hubiera estado de acuerdo con esa visión cinematográfica: un personaje violento, burdo, inadaptado, resentido pero con un costado romántico hacia Catherine que lo purificaría en parte. Muchos creen que estuvo inspirado en el poeta Lord Byron.
“Cumbres Borrascosas” se convirtió, con el paso del tiempo, en una obra maestra del gótico tardío. Atrás quedaron los poemas que habían recopilado las tres hermanas en un libro —en su momento solo vendieron dos ejemplares— y que tuvieron que publicar con seudónimos masculinos, ya que en la época victoriana estaba mal visto que las mujeres escribiesen. De hecho “Wuthering Heights” salió con el nombre de Ellis Bell.
Anne, Charlotte, y Emily se han convertido en un caso sin precedentes dentro de la literatura universal. No existen antecedentes de que tres miembros de una misma familia hayan desarrollado un talento de esa magnitud. No olvidemos que Charlotte escribió “Jane Eyre” y Anne escribió “Agnes Grey”.
Ninguna superó los 40 años. Nos quedan sus inmortales obras. “Cumbres Borrascosas” es una de ellas, especial para su lectura en los meses invernales.
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