LO LINDO QUE ES (Editorial)
No fue de un día para el
otro: fue un instante para el otro. Por segunda vez desde que existe Qu, Mirtha
Caré y yo nos miramos con los ojos y las cabezas en perfecta sintonía y supimos
que estábamos pensando lo mismo, que se nos había revelado lo mismo. Y
comprendimos que esa revelación nos indicaba el camino correcto. Y desciframos
el rumbo que nos señalaban esas flechas de neón, visible solo para nosotras
dos, que se encendían bajo nuestros pies. Unas flechas luminosas que nos
conducían a una única decisión. Creo que entonces se lo dije: “Esto no puede
ser más claro. Qu tiene que volver a ser gratis”. Y así es.
Qu tenía que volver a ser
gratis y Qu vuelve a ser gratis. ¿Por qué? Porque podemos. Porque queremos.
Porque entendimos que solo así alcanzamos la meta que siempre nos propusimos alcanzar:
propagar más, conquistar más, llegar más lejos cada vez.
Y también por otra cosa:
ese gustito por ir a contramano que tenemos, ese gustito que se niega a abandonar
la boca. En todo este tiempo, y a fuerza de ignorar “lo conveniente”, de
despreciar “lo rentable”, de soslayar “los beneficios”, hemos logrado lo que
muchos no creían posible: cuatro años de edición ininterrumpida (y contando),
mayor cantidad de páginas, mayor calidad tanto en contenido como en diseño e
impresión. Y la palabra cumplida: aquí se hace lo que se dice y no hay nadie
que pueda afirmar lo contrario; aquí se publica sin pedir nada a cambio y no
hay quien pueda desmentirlo.
Así andamos: a contramano,
tocando bocina y con el volumen del estéreo al mango: mientras todo aumenta, se
hincha, se precia, nosotros volvemos a la gratuidad, que es la que más nos
gusta. Y por supuesto que la ganancia es enorme.
Un segundo: ¿qué ganancia?
Te preguntes tal vez. Pues la ganancia de placer que se deriva de hacer una
revista literaria como la nuestra. ¿Viste ese placer que te genera hacer algo
que sabés que le va a hacer bien a otro? Bueno, ese. Porque imaginate lo
hermoso que es dar con un texto genial de un autor ignoto (y, claro, inédito),
y decir sin titubeos: vamos a publicarlo. Y pensar en que esa noche, cuando se
entere, se va a ir a la cama contento.
Imaginate lo maravillosos
que es recibir un correo afectuoso de un lector que se encontró una revista en
la otra punta del país, que la leyó, y que le gustó tanto que tuvo ganas de
escribirnos para que lo supiéramos.
Imaginate lo estupendo que
es que un niño elija escribir antes que jugar a la PlayStation porque la
posibilidad de que sus cuentos salgan publicados legitima su elección: está
bien que me guste escribir, está bueno lo que hago.
Imaginate lo gratificante
que es escuchar palabras de aliento que casi suenan como un cantito de cancha,
palabras de apoyo sin más interés que el de apoyar el proyecto, palabras de
agradecimiento sin hipocresía.
Qu vuelve a ser gratis. No
sabés lo lindo, lo lindo que es.
La Editora.
Staff
El que tuvo la idea de
hacer una revista literaria: Germán Chiodi
La que concretó la idea,
que acá tiene que aparecer como propietaria y directora: María Staudenmann
La que edita, redacta,
corrige y se enloquece con los programas de diseño: María Staudenmann
La que produce: Mirtha
Caré
Las que ilustran la tapa y
el interior: Malena Previtali/Melinhada Midori
Los que hacen las secciones
especiales: Sabartés - Melinhada Midori - Miguel Ángel Silva – EmeCe - Marilú
Cristian - Benjamín Diez - Mario Berardi - Javier Saverna - María E. Vázquez
Los autores que aparecen en este número (en orden de aparición): Diego Herrera - Daniel Forte - Sabartés - Marilú Cristián - Miguel Silva - Gabriela Troiano - Anna Lía Bela - Alejandra Schnorr - Ginés Cutillas - María Pascuali - Jorge Martorelli - Mailín Parada - Matías Agosta - Javier Rodríguez - Gustavo Boschetti
El que maneja la difusión
en Internet: Julio César Nicolai
Cantidad de ejemplares
impresos y distribuidos: 1000
No hay comentarios:
Publicar un comentario